Momentos “déjame vivir, hijo mío”.
Se los quiere con toda el alma. De verdad. No hay cosa más hermosa que el amor de una madre hacia sus hijos. Pero hay momentos en los que sencillamente les dirías: “Déjame vivir, hijo mío”. Y es que no tenemos que olvidar que los niños, son precisamente eso, niños, pero pueden llegar a ser…
